
Sin demostrar signos de incomodidad o deseos de liberación, un hombre aparece suspendido por una de sus piernas a una rama.
Este personaje, de apariencia joven, tiene una abundante cabellera azul, como así también sus zapatos y chaqueta, lo que indica una predisposición al razonamiento y a la reflexión en sus ideas, en sus sentimientos y precisamente en su decisión de no caminar, lo que demuestra que su estado de suspensión es voluntario.

Las manos atrás indican que poco le importa que se caigan las pertenencias que pudieran encontrarse en sus bolsillos remarcando una actitud de desprendimiento material. La zona que cubriría sus genitales está cubierta de color amarillo, color que asociamos a lo espiritual y nuevamente estaríamos frente a un desprendimiento voluntario de los placeres y gozos de la carne.
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